No es de extrañarse que con tantas soledades mi boca de pronto vomite desiertos...

Si el mundo fuese un poeta bohemio



Si el mundo fuese un poeta bohemio
en cada esquina se pintaría un verso de amor
no un mensaje de odio y guerra. 



 

A veces



A veces muere la noche y sólo queda silencio,
a veces se esfuma la luz y se expande la nada,
a veces sufren las melodías y se engendran olvidos,
a veces se tiñen las sonrisas y se ensucian las almas.

A veces se apagan estrellas y nacen preguntas,
a veces agoniza el tiempo y se quiebran los orbes,
a veces se quema la vida y germinan las penas...
a veces muere el poeta... y sólo queda el hombre. 


 

Devorando miradas.


Tres corcheas que al viento acompañan,
perfecta sensación de melancolía,
voy esparciendo canciones por el vientre de la tarde
para desarmar la simplicidad de la vida.

Tengo bajo estos dedos sin sentencias:
acordes inhóspitos para la monotonía,
amalgamas de libre sentimientos
para fecundar a un nuevo día.

Sólo pido la mirada del tiempo
que acompañe a este soledad inesperada
¿Qué más puede hacer este bardo de máscaras tristes
para encontrar la libertad de su alma?

Tengo en estos labios de grietas azules
canciones de rocío para hacer llover esperanza,
una voz sin cansancio para acunar la tristeza
de quienes devoro la mirada.

Tres corcheas que al viento acompañan 
para aplacar la tonta sensación de melancolía...
Mas sólo pido al tiempo una palabra
para hacer más libre al alma mía. 


 

Lunas desperdiciadas (Para niriel)


Siempre he de adornar mis tristezas con tu nombre,
para olvidar al viento, la tierra, al fuego y al agua
y beberme en acuarelas las eternidades con tu manto,
para pintar mi locura en esta vida sin sentido y magia.

Te acojo en mi pecho para no necesitar a alguien más
que me haga desperdiciar mi credo con sus palabras,
te abrazo aún sabiendo el temor a mis pasados
por fracasos de cristal y lunas desperdiciadas.

Siempre he de adornar mis tristezas con tu nombre
en las noches de luna llena que me falten.
Mas detesto y añoro el carmín que destiñen tus alas
cuando pido a gritos... como siempre que me ames.

Esta vida ya es tan impropia a mis verdades
que no sustentan una realidad ausente y profanada
por aquellos edilicios pensamientos de barro 
que un día fugaz brillaron en mi alma.

Siempre he de adornar mis tristezas con tu nombre
para olvidar al viento, la tierra, el fuego y al agua...
llenar los teatros de mis sonrisas fingidas
con los pensamientos apócrifos de mi almohada.

Siempre he de adornar mis tristezas con tu nombre,
soledad fiel compañera... de mis lunas desperdiciadas.