No es de extrañarse que con tantas soledades mi boca de pronto vomite desiertos...

Libertad número 24


Desgarré la luna
para su complacencia y la mía,
fui del viento la pluma inversa
que arrebató de los ocasos
el matiz necesario 
para pintarle emociones,
en su piel es mi boca
la sombra dulce que acaricia
la humanidad de sus poros
convirtiendo el silencio
en la partitura gloriosa
de un encuentro innombrable.

Soy todo para ella
siendo más hombre 
del que siempre he sido,
pero a veces no sé
si ella extraña al poeta
que una vez arrancó de su dermis
emociones que nunca antes
sintió. 
Anthony Molina copyright © 2012
 

Libertad número 23


Se ha parado el tiempo
bajo el techo blanco
de una esquina azul de mis ojos,
sin más que la llanura del silencio
y el sabor inconforme de la sobriedad
me resigno a contemplar
a esa sombra que juega en el espejo,
esperando que camine en las paredes,
que corra en el marco de la puerta,
que calle a las dos de la mañana
o que grite sobre el cielo sin nombre,
pero hasta que amanezca
no habrá de importarme
si esa sombra se abriga en mis pupilas...
mientras tanto, a esta aurora roja
que apaga voraz a mis pestañas
he de darle a beber el simple tacto
de una noche que muerde a las estrellas. 



Anthony Molina copyright © 2012
 

Yo tuve la noche


Yo tuve la noche 
en la palma de mis manos,
sedienta de estrellas,

hambrienta de libertades,
tuve la noche desnuda
con soledades y utopías,
cansada de oscurecerse
aburrida de ser melancolía.

Yo tuve la noche
en la punta de mi lengua,
y ella se abrazó al naufragio
de mis palabras apócrifas,
se mantuvo errante entre mi boca,
se tornó cálida entre mis dientes
mientras ellos mordían
un reloj de pared que escupía las horas.

Yo tuve la noche
en el centro de mi pecho
justo al medio de mis pulmones
en este espacio de nombres
que fueron días ajenos
envuelto entre dioses rotos.

Yo tuve la noche
la amarré a mis dedos,
metí mi dermis en su vientre
para romper ocasos. 









Anthony Molina copyright © 2012
 

El llanto de la tierra...

¿Porqué contaminas mis besos?
si al calor de mis labios
todos fueron contemplados,
ahora pretenden callar mi rostro
y violar mi boca
con un eclipse lleno de progreso.

¿Porqué talan mis caricias?
si en la aurora de su niñez
fueron mis manos las que les enseñaron
a levantarse cuando intentaron caminar. 

¿Porqué matan mis ojos
y hacen que se extingan mis párpados?
si fueron lágrimas que brotaron de mi vientre
¿Porqué ahora pretenden
sus sueños inmaduros truncar mi esperanza?
si fueron parte de mi alma
cortaos el pecho y arrojarlo a mi dermis
para que entiendan que siguen siendo
una aurora triste
que dí a luz mientras moría.

¿Porqué contaminas mis besos
si al calor de mis labios fueron contemplados?
Si en el ocaso de su vejez
podrán ser mis manos
las que les enseñen a levantarse
cuando olviden como caminar.  




Anthony Molina copyright © 2012
 

XXI


¿Qué nos pasó?
cuando despertamos
luego de esas tres edades
todo era diferente... 
El otoño de nuestras despedidas
es ahora tan simple
como el invierno incierto
del creer tener todo
sin temor a perderlo.

Anthony Molina copyright © 2012
 

XX


Siempre hay protestas
entre la oscuridad de mi nombre,
dioses que se rompen
y misterios que se crean
Anthony Molina copyright © 2012