No es de extrañarse que con tantas soledades mi boca de pronto vomite desiertos...

Antes que...


Antes que mi nombre se convierta 
en un soplo sin sonido que se apaga,
dejadme gritar al mundo envuelto en ruinas
que existen nuevos caminos para el alma.

Antes que todo oscurezca 
por culpa del olvido y la agonía,
dejadle a mi pecho encontrar una salida
a tantas preguntas que no poseyeron respuesta.

Decidme si en verdad existe un cielo
que pretenda salvar el alma mía,
pues el único que ahora poseo
es un nombre de misterio y ambrosía. 

Antes que mi nombre se convierta
en barro roto de ilusiones sin destino,
dejadme gritar al mundo que la amo
más de lo que ame a mi camino.

Antes que todo oscurezca por culpa de mis dudas,
dejadle a mi pecho seguir menguando las heridas
para disfrutar la eternidad en sus ojos de estrellas
y remendar las grietas del alma mía. 

Anthony Molina copyright © 2012